viernes, 7 de febrero de 2014

El desOrden temporal de Genette



“A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos”
Jorge Luis Borges


En la introducción de El discurso del relato, Genette nos habla de tres aspectos que establecen relaciones entre sí dentro de un relato: orden, duración y frecuencia, además de las relaciones que establecen con conceptos como voz, modo, historia, narración, relato: “El tiempo y el modo se refieren a las relaciones entre historia y relato; mientras que la voz designa a la vez las relaciones entre narración y relato, y entre narración e historia.”

En cuanto al capítulo 1, después de poner en claro que el concepto relato será el que englobe a historia y narración, comienza a plantearnos el Orden temporal del relato: Anacronía, se refiere a una alteración en la cronología del relato.
Consideré el cuento “el Sur” de Borges para intentar ilustrar los conceptos.
Existen dos tipos de anacronía:

1.- Analepsis: hace referencia al regreso en el tiempo, un salto de tiempo al pasado.

En el hall de la estación advirtió que faltaban treinta minutos. Recordó bruscamente que en un café de la calle Brasil (a pocos metros de la casa de Yrigoyen) había un enorme gato que se dejaba acariciar por la gente, como una divinidad desdeñosa. Entró. Ahí estaba el gato, dormido. Pidió una taza de café, la endulzó lentamente, la probó (ese placer le había sido vedado en la clínica) y pensó, mientras alisaba el negro pelaje, que aquel contacto era ilusorio y que estaban como separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.

En esta parte, la composición “recordó bruscamente” es lo que abre paso a la analepsis externa, pues el relato sigue su temporalidad, sin embargo, dentro de la historia, el protagonista echa totalmente un vistazo hacia atrás y nos hace pasar de una estación de tren actual (lo que en palabras de Genette sería un relato primero) a un tiempo atrás (se desconoce cuánto) en la calle Brasil (relato que se inserta).

2.- Prolepsis: da lugar a una anticipación en el relato, hay prolepsis externa que conduce al desenlace, al destino, por ejemplo en Crónica de una muerte anunciada: “el día que lo iban a matar”, comienza con el destino final del protagonista. También hay prolepsis interna que es la que permite las “interferencias”:
Mañana me despertaré en la estancia, pensaba, y era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres.

Aunque corta, considero que el enunciado subrayado nos hace tener una breve imagen en la que pensamos al protagonista ya despertando en la estancia, pero nos vuelve a la cronología del relato cuando descubrimos que sólo es lo que el protagonista imagina que pasará y continúa con la cronología del relato.

En general considero que de no ser “un salto” hacia atrás, todo el cuento podría ser una analepsis, pues cuando uno termina de leer el cuento, no sabe si se llama “el Sur” por el lugar al que se dirige o porque termina narrando cómo ingresó al hospital. Dentro de la sintaxis y fuera de, es decir, en la historia, hay mucha anacronía. No sólo se compone de saltos en el tiempo, si no en lugares.

Bibliografía
Genette, Gerard. 1972. El discurso del relato. Editions du Seuil.Paris. P. 65 - 224.

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/borges/el_sur.htm

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